¿A partir de qué edad se puede invitar solo a los compañeros de la escuela, sin papás, a las fiestas de cumpleaños infantiles?

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marzo 13, 2018 8:32 pm
Este tema da para debates enteros dado que estamos hablando de la seguridad y bienestar de nuestros niños, pero al mismo tiempo, se trata de pertenencia a un grupo, al grupo que nuestro niño valora más en esta etapa de su vida: su salón de clases.
Existen diversas posturas de los padres de familia, desde los que dicen que los niños deben desapegarse a ellos y ser responsables desde los 3 años, hasta los que creen que mientras no lleguen a la adolescencia no podrán ir solos a ninguna fiesta de cumpleaños. Lo cierto es que esta decisión radicará en diferentes factores: la cultura familiar, el grado de autonomía-dependencia que exista entre el menor y sus padres, la autoestima del pequeño, la seguridad del lugar, la relación de confianza que exista con los padres anfitriones, las actividades a desarrollarse, el número y perfil de las personas que estarán a cargo de los niños durante la fiesta infantil en ausencia de los tutores, entre otras.
Sin embargo, si la invitación para la fiesta de cumpleaños infantil es específica y dice “sin padres”, “solo niños”, “un boleto”, o algo similar, los padres del niño invitado deberán seguir la petición de los anfitriones del convivio. Si no quisiera que su hijo asistiera solo a la celebración infantil, entonces podría optar por: a) No permitir que su niño asista a la fiesta de cumpleaños; b) Proponerse como delegada en el cuidado de los niños, a reserva de que la mamá anfitriona del cumpleaños lo acepte. Normalmente en este tipo de fiestas donde solo son invitados los niños, sin los padres de familia, la mamá del festejado involucra a un número pequeño de mamás del grupo para que ayuden en el cuidado y atención de los menores, independientemente de las nanas o equipo que tenga el lugar donde se hará la celebración de los niños. Empero, la prudencia y respeto por la petición de los padres del festejado debe sustentarse pues una de las principales razones por las que se toman estas decisiones es por economía y/o por el número máximo permitido en los salones o lugares de fiestas infantiles donde se llevará a cabo el evento.
Partiendo del supuesto que se dejara ir al niño solo a la celebración infantil es de vital importancia asegurarnos que sepa solicitar ayuda en caso de que el niño aún no sepa comer o ir al baño por sí solo, además, de conversar con él para que sepa que deben respetar su cuerpo al acompañarlo al baño. Este es un tema álgido pero necesario en el diálogo que un hijo y un padre deberán tener desde etapa temprana para poder disminuir el riesgo de un abuso inapropiado hacia él.
Muchas cosas pasan por nuestra cabeza cuando nuestros niños son invitados a estas fiestas de cumpleaños y el dilema se acentúa porque, por otro lado, no quisiéramos que nuestros pequeños fueran excluidos de su pequeño grupo de amigos.
El equilibrio y justificación solo dependerá de los papás, pero existe un método racional que podría ayudarles a tomar una decisión racional. Escriban de 10 a 20 atributos importantes en la decisión, por ejemplo: sabe ir al baño solo, sabe abrir la comida solo, habrá otras mamás cuidándolo, será en un lugar cerrado, será en un lugar donde habrá más adultos y niños ajenos a la celebración, etc. Luego, da una puntuación a cada bemol y otra puntuación por todos los puntos favorables, al final totaliza y ve hacia donde se inclinó la balanza. Si el total es más desfavorable, racionalmente el consejo sería: no lo dejes ir a esa fiesta de cumpleaños en específico, pero no se deberá generalizar para todas las fiestas infantiles, en general, pues como comentamos al inicio, esta decisión es multifactorial.
Cuéntanos tu experiencia y alimenta nuestros consejos.
Somos Laberinto de Aventuras el salón de fiestas infantiles donde celebrar la infancia es nuestro principal objetivo.

Este tema da para debates enteros dado que estamos hablando de la seguridad y bienestar de nuestros niños, pero al mismo tiempo, se trata de pertenencia a un grupo, al grupo que nuestro niño valora más en esta etapa de su vida: su salón de clases.
Existen diversas posturas de los padres de familia, desde los que dicen que los niños deben desapegarse a ellos y ser responsables desde los 3 años, hasta los que creen que mientras no lleguen a la adolescencia no podrán ir solos a ninguna fiesta de cumpleaños. Lo cierto es que esta decisión radicará en diferentes factores: la cultura familiar, el grado de autonomía-dependencia que exista entre el menor y sus padres, la autoestima del pequeño, la seguridad del lugar, la relación de confianza que exista con los padres anfitriones, las actividades a desarrollarse, el número y perfil de las personas que estarán a cargo de los niños durante la fiesta infantil en ausencia de los tutores, entre otras.
Sin embargo, si la invitación para la fiesta de cumpleaños infantil es específica y dice “sin padres”, “solo niños”, “un boleto”, o algo similar, los padres del niño invitado deberán seguir la petición de los anfitriones del convivio. Si no quisiera que su hijo asistiera solo a la celebración infantil, entonces podría optar por: a) No permitir que su niño asista a la fiesta de cumpleaños; b) Proponerse como delegada en el cuidado de los niños, a reserva de que la mamá anfitriona del cumpleaños lo acepte. Normalmente en este tipo de fiestas donde solo son invitados los niños, sin los padres de familia, la mamá del festejado involucra a un número pequeño de mamás del grupo para que ayuden en el cuidado y atención de los menores, independientemente de las nanas o equipo que tenga el lugar donde se hará la celebración de los niños. Empero, la prudencia y respeto por la petición de los padres del festejado debe sustentarse pues una de las principales razones por las que se toman estas decisiones es por economía y/o por el número máximo permitido en los salones o lugares de fiestas infantiles donde se llevará a cabo el evento.
Partiendo del supuesto que se dejara ir al niño solo a la celebración infantil es de vital importancia asegurarnos que sepa solicitar ayuda en caso de que el niño aún no sepa comer o ir al baño por sí solo, además, de conversar con él para que sepa que deben respetar su cuerpo al acompañarlo al baño. Este es un tema álgido pero necesario en el diálogo que un hijo y un padre deberán tener desde etapa temprana para poder disminuir el riesgo de un abuso inapropiado hacia él.
Muchas cosas pasan por nuestra cabeza cuando nuestros niños son invitados a estas fiestas de cumpleaños y el dilema se acentúa porque, por otro lado, no quisiéramos que nuestros pequeños fueran excluidos de su pequeño grupo de amigos.
El equilibrio y justificación solo dependerá de los papás, pero existe un método racional que podría ayudarles a tomar una decisión racional. Escriban de 10 a 20 atributos importantes en la decisión, por ejemplo: sabe ir al baño solo, sabe abrir la comida solo, habrá otras mamás cuidándolo, será en un lugar cerrado, será en un lugar donde habrá más adultos y niños ajenos a la celebración, etc. Luego, da una puntuación a cada bemol y otra puntuación por todos los puntos favorables, al final totaliza y ve hacia donde se inclinó la balanza. Si el total es más desfavorable, racionalmente el consejo sería: no lo dejes ir a esa fiesta de cumpleaños en específico, pero no se deberá generalizar para todas las fiestas infantiles, en general, pues como comentamos al inicio, esta decisión es multifactorial.
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